La carga del espíritu

A veces lo pienso, y odio hacerlo... El pensar en mí mismo de una manera tan estúpida, No sé si es porque en mi interior no me valoro lo que debiera, o quizás sea porque me estoy insensibilizando en la vida.
Aún así cada día me cuesta más andar sobre el suelo que yo mismo voy sellando. ¿Estoy contento? Claro, tengo miles de razones para estarlo, y con pocas de ellas me basta. Pero en ocasiones me gustaría poder estar mas tenso, gritarle a alguien que no estoy agusto conmigo mismo, que no todo anda bien...
Aparto de mi vida las cosas que me pueden hacer algún mal. Me relajo, me siento, pongo una película, una cancion tranquila o salgo a despejarme y me encuentro mucho mejor... Esta relajación, en tiempos de guerra, es como una droga; lo hago, me siento bien, hasta el momento que alguna nimiedad hace encender la mecha hasta que el peso de mí mismo recae sobre mi alma, mi corazón y mi espíritu.
¿Puedo soportar este peso? Claro que sí, he sobrevivido a mi propio infierno y he salido, he viajado con Caronte por los mares, aislado de todos y he llegado a lo que hoy soy. Siguiendo este camino aprendí que ante totdo la vida se disfruta, y se cuida lo que se disfruta y el resto solo es soportar el peso, y la vida no nos atacará con ningún arma de la que no podamos defendernos.
Un gran problema en mi vida, es que he estado (provocado por mí mismo) mucho tiempo sintiendo que nadie cuidaba de mí y quise cuidar yo solo de mi mismo. Ésto provoco (junto con ese afán de ayudar que tengo) que valorará más el rasguño de un ser querido que mi propia herida mortal. También significó una falsa independencia, esta "fuerza" que me hace ser como soy y me ha hecho ganar puntos en la vida ha significado que en tantas ocasiones no me vea lo suficiente importante como para arriesgar a aburrir a nadie con mis estupideces. Y ahora es cuando alguien me dice "eres tonto" o "subnormal" o algo por el estilo, o simplemente pasan porque no me creen. No lo niego, sé que soy un idiota por ésto y es normal que no me crean. Muchas veces el coste de estar feliz es aislarme, como antaño, para poder evadirme del "problema" y disfrutar de la vida. Y casi siempre eso conlleva a que se cree una concepción de mí, huraña, antipatica y sosa. No lucho contra esto, es parte de como soy y no puedo evitarlo aunque lo intento. Luego me viene ese "joder no se merecen menos atención porque este pasando un mal momento." y al final me ahogo en mí mismo.
¿Que si estoy contento? claro que lo estoy, solamente que no siempre tengo energías para demostrarlo, y porque un golpe no puede tumbar el estar contento, ni un halago aumentarlo.