Cansado

"Estoy cansado" Cuantas veces habré dicho eso en mi vida, y lo sigo haciendo, ayer mismo lo hice y hoy no, pero porque no he hablado con casi nadie.
Estas dos palabras pueden interpretarse de muchas maneras, y yo por suerte, gracias a mi cara, y a mi actitud relajada siempre piensan "maldito vago, siempre cansado, siempre cansado". Pero he dicho esto y he querido decir "he  dormido poco" "estoy destrozado" "no me apetece hablar" "quiero estar solo" "me pasa algo" "no me gusta esto" "dejame en paz" "necesito soluciones...".
Seguramente lo haya dicho en otras circunstancias, solamente durante cerca de medio año conseguí decir estas palabras con el signifficado literal de la misma, y creedme, lo hice con muchisima menos asiduidad con la que la digo normalmente.
La gente está cansada de la vida y piensan "estoy cansado" y para animarse necesitan de sustancias que les ayude, por soledad, por desinterés, por miedo o por lo que sea.
Estoy cansado de ilusiones que maquillan la vida con colores rosa y al momento destiñen a malva... Cansado de una luna que dicen de plata y es de efimera y vana tiza. Cansado de un mundo que no quiere avanzar y de una sociedad anclada en resolver sus problemas huyendo, bebiendo, drogandose y no luchando tras haber llorado.
Un sueño lo tenemos entre rejas, los barrotes son las montañas que no se pueden andar entre los rescoldos de un destino que se vislumbra triste...
Estoy cansado de ser optimista mientras veo que nadie me acompaña, y lucho y lucho por mi propio punto de vista sin que prácticamente nadie quiera estar conmigo, viendo yo el punto positivo en mis propios problemas y que me cueste tanto el avanzar...
Y hoy hay algo nuevo. Hoy estoy cansado de mi mismo, intentando engañarme cuando sé que me pasa, lo sé y no es lo que creo más correcto y me callo y sigo sonriendo cuando quizás debería admitir que soy un maldito débil y hay problemas que aún a día de hoy me superan.
¿Sera por cansancio? Quien sabe, creo que me estoy haciendo viejo.
Ahora será diferente si alguien lo lee, el decir "estoy cansado" podrá significarle algo o nada.

Nunca te canses de estar vivo, la vida pasa y muchas veces pesa mucho pero nada nos ha dado la vida que no podamos soportar.

Entresijos

Y cuando entregamos un mundo a un instante nos damos cuenta que el instante es un mundo, y si se nos olvida que vivir es nada más que un día, cometemos errores. El mayor error que se puede cometer es engañar a tu propia alma pensando que algo se puede solucionar o puede seguir adelante por que sí.
Mirar lo que has hecho en la vida es algo que puede animarte o puede hacerte caer. La vida arde como las ascuas del fuego, y cada chispa es lo que se dice o no se dice por temor a un futuro proximo. Cuantas cosas quedan claras cuando se piensa en lo que puede ser, y en el pudo ser solo queda claro que no fue.
En la última gota de agua de la lluvia de un sueño quedará la resolución, y en tí queda el mirar al cielo y gritar que sientes, o mirar al suelo y mirarte en los charcos esperando encontrar una respuesta.

Llegar tarde

¿Y qué me queda por decir? Mucho, me encantan las cosas que dije y quien quería no me escuchó, aún estando abrazados. Todos los momentos de nuestra vida residen en un baúl, y somos como aquel hombre que se sienta a recordar las aventuras de niño, sentando, observando ese baúl y sacando los jirones de los recuerdos que quedan en él.
Hoy no vengo a hablar de recuerdos, estoy para hablar de lo que hicimos, o más bien no hicimos. Los humanos somos increíbles, muchas veces escojemos el camino más dificil habien una increiblemente sencillo, otras veces no queremos ver ninguno de esos pasillos y nos quedamos parados esperando caminarlos solo, o huímos dejando atras cualquier opción de evolucionar. En algunos casos obviamos nuestros propios caminos e intentamos hacer los de otros más llevaderos, o más correctamente, como nosotros creemos más llevaderos.
Dejamos atrás muchisimas oportunidades que podrían ser nuestra panacea ante muchos problemas. Llevamos de la mano a la puerta del destino a quienes queremos, y volvemos nosotros a nuestro solitario paraje, donde ahora han aparecido extraños y tristes senderos, los cuales hemos de recorrer por obligación.
Dije muchas cosas que quizás no eran lo mejor para mi pero es realmente lo que quería, mi egoismo reside ahí. ¿Es lo mejor para mí mismo? Claramente no, ¿Quiero hacer lo que estoy luchando por evitar? Quizá observando un futuro egoista sea lo que desee, pero no quiero que todo sea tan directo y ahi está el fin de mi mismo.
En la sutileza de un susurro, el instante del cruce de miradas y sonrisas, el detalle de una palabra. Ahí está la magia de mi vida. El pedir algo como acto egoista es algo que no soporto. Me gusta guiar, dejar caer lo que pienso y poco a poco la mente vaya creando una concepción.
¿La razón? muy simple si te pido algo estará en la mayoría de los casos influenciado por algo ajeno, por mí mismo, o incluso por ti. De esta manera estará todo tranquilo, el tiempo será quien te pise los talones, y éste te está dando la ventaja de una vida y yo mi paciencia infinita. Así vivo así soy. Arrepintiendome de no decir las cosas más alto, pero resarciéndome de que casi todo sale bien para el resto y para mi, bueno, sale. Me hace falta menos que a los demas para estar contento, y puedo esperar un poquito a que todo salga bién aunque no salga. Quien sabe si morire esperando o me arriesgare a intentarlo, de nuevo.


Cuando esperes tanto que nadie te espere, algo habrás hecho mal. Lo sé por experiencia que esperé tanto que perdí importantes sentimientos en el mar que es el pasado de mis sentimientos, que siguen flotando pero se perdieron y ojalá vuelvan, ojalá. Por ahora sigo esperando y viviendo, aunque nadie me espera tengo la sensación de que llego tarde a algún sitio...

Felicidad

Muchas mañanas me pregunto, ¿Donde está el día? se supone que es temprano, ¿Por qué no hay luz?, nos perdemos incontables veces en un mar de oscuras ideas que nos ahogan y asfixian dejando nuestro ser en un estado de incontenible tristeza.
¿Por qué el ejemplo del día? Cuando nos levantamos habitualmente tenemos la persiana bajada, y no vemos nada, y da igual la hora que sea, a lo sumo entra un fino rayo de luz lejano en una esquina de tu habitación. La felicidad se basa en conseguir ir y subir la persiana, y vivir un día radiante entre los rayos que te aporta la vida y todo lo que la rodea. Puedes estar contento viviendo en la oscuridad tampoco es difícil, es simplemente saber cómo adecuarse y sonreir en la oscuridad. Pero nunca es lo mismo, disfrutar de la oscuridad o alimentarse de un mínimo rayo de luz es incomparable a sentir el sol en tu cara y ver como clarean tus ojos.
Es inmenso el placer que se siente al sentirse uno mismo en cada momento sabiendo que hay mil grietas en un mundo estúpido que no quiere curarse, y que tu corazón sea un pequeño rincón en el agujero más inhóspito, dónde se recogen unas pocas almas que tienen la llave para entrar y salir cuando se desee.
El secreto de ser feliz reside en cada uno, no existe una panacea sentimental que ahogue las penas y cure las heridas. Hay miles de sustitutos baratos que pueden hacer sentir esa sensacion de placebo dentro de tí, pero la verdadera sensación esta en tí, en lo que quieras, en tus sueños, en aprovechar tus virtudes y reirte de tus defectos.
En mi caso sé lo que necesito, he tenido demasiadas conversaciones conmigo mismo, pero siempre ataca ese demonio vestido de duda, de pánico, de orgullo, de soledad, de incertidumbre... Un malvado enemigo que nos hace no ser como debieramos ser, ahogando parte de nuestras vidas dentro de un inesperado giro de guión. El ser alguien extremadamente sensible al resto de la gente, a los problemas y a mi mismo, me hace no comprender ciertas situaciones, y crear una pequeña carga sobre mi alrededor, carga que se manifiesta en errores, en tonterias, en pasotismo, en falta de puntería... En resumen en una abstracción del resto que deriva en erróneas definiciones sobre mí, ante mí y el resto.
Mi vida es simple, estoy contento, porque he sabido ver en la oscuridad, en mi cama estoy perfectamente pensando, he sido víctima de heridas del pasado desde hace tiempo, pero puedo vivir aquí, sonriendo y ayudando altruistamente a quien me preste su confianza. Pero lucho por mi felicidad, pero cada vez que intento levantarme a abrir la persiana de mi pequeña habitación me tropiezo con los sentimientos que dejé en mi habitacíon, con los errores de un pasado extraño, con las idioteces de un presente lleno de más errores, con el peso de seguir adelante, la presencia de un futuro que en su mayoría trato de no vislumbrar, y sobre todo, con los miedos que dejé en la habitación fruto de todo lo anterior... Aun así lo intento, porque se que es posible, porque si estoy aquí es para dejar huella en algo, pero mi mentalidad me dice que el lugar más importante para dejar huella soy yo.
"Y entre más libros encontré otro folio donde recordé aquella noche, aquella lluvia, aquel abrazo, aquellos ojos, y aquel estúpido momento que decidí ser orgulloso y no llorar, y aquella genial sonrisa que me hizo llorar, aquella despedida fue sorprendentemente tranquilizadora, aunque sabía que de aquí a unas horas ya la echaría de menos"
Dedicado a las promesas del pasado que aún lucho por cumplir, a aquel momento y aquella despedida. Dedicado a Ana Moreno y aún sin poder hablar contigo, te sigo recordando.

Mi historia

Aquí estoy escribiendo a las tantas, sin sueño y con pocas ganas de dormir. Hoy día, será por la edad, será por como soy, el pasado va decayendo sobre mi mismo... Tengo recuerdos bellisimos que me hacen sentir bien en ciertos momentos. Pero no podemos anclarnos en un pasado vacío, en un ayer bonito y olvidarnos de disfrutar este incierto presente.
Si la vida fuese nuestra casa, nosotros decidimos como hacerla. El suelo ponerlo con el cariño de nuestros seres queridos, las paredes con la confianza, sobre todo en nosotros mismos, el techo será la autoestima que no debe desfallecer. ¿Y el resto? el resto vendrá, solamente vendrá.
Y sí, la vida es muchas veces complicada, una puta mierda que rebozamos con alcohol para creer que es más fácil. Los tiempos difíciles no pasan, están siempre ahí, maquinando como hacer de nuestra vida un caos deprimente para anclarnos en una insulsa rutina envuelta en mentiras, llantos y demagogia. Es como un duelo constante, un cara a cara, nosotros y este dañino destino que nos persigue.
Sus armas son la soledad, las disputas, la melancolía, los errores, las mentiras, el dolor... Nuestras armas son nuestra autoestima, la sonrisa, la alegría... Y sobre todo, un arma que no podemos rehuir, ya que muchas veces marca la diferencia, los demás. La gente con una autoestima de hierro y una fuerza de voluntad increíble podrán luchar solos, pero acabarán maltrechos y cansados en cada batalla, y los que quieran apoyarse en otros para afrontar la vida acabaran más libres de peso, y podrán irse a disfrutar y no a descansar para el proximo día lidiar con otra estúpida batalla, hasta desfallecer y explotar.
Y cada herida será una aventura, cada arruga una leyenda, así iré forjando mi historia, con miles de derrotas y una victoria, sobre la vida que me ató y conseguí mi libertad. Historia que pocos sabrán leer, con una canción como despedida. Y sé que mi viaje terminará sin mi propio corazón porque dejé en cada esquina, casi sin hacer ruido, un trocito de él dentro de cada uno de los corazones de las personas que caminaron conmigo. Y sé que mi libertad será plena, porque seré un pajaro encerrado en una habitación, al que le abrieron la jaula y la ventana pero  no sale de la habitación, porque sabe que es mejor sentirse libre que serlo.

La carga del espíritu

A veces lo pienso, y odio hacerlo... El pensar en mí mismo de una manera tan estúpida, No sé si es porque en mi interior no me valoro lo que debiera, o quizás sea porque me estoy insensibilizando en la vida.
Aún así cada día me cuesta más andar sobre el suelo que yo mismo voy sellando. ¿Estoy contento? Claro, tengo miles de razones para estarlo, y con pocas de ellas me basta. Pero en ocasiones me gustaría poder estar mas tenso, gritarle a alguien que no estoy agusto conmigo mismo, que no todo anda bien...
Aparto de mi vida las cosas que me pueden hacer algún mal. Me relajo, me siento, pongo una película, una cancion tranquila o salgo a despejarme y me encuentro mucho mejor... Esta relajación, en tiempos de guerra, es como una droga; lo hago, me siento bien, hasta el momento que alguna nimiedad hace encender la mecha hasta que el peso de mí mismo recae sobre mi alma, mi corazón y mi espíritu.
¿Puedo soportar este peso? Claro que sí, he sobrevivido a mi propio infierno y he salido, he viajado con Caronte por los mares, aislado de todos y he llegado a lo que hoy soy. Siguiendo este camino aprendí que ante totdo la vida se disfruta, y se cuida lo que se disfruta y el resto solo es soportar el peso, y la vida no nos atacará con ningún arma de la que no podamos defendernos.
Un gran problema en mi vida, es que he estado (provocado por mí mismo) mucho tiempo sintiendo que nadie cuidaba de mí y quise cuidar yo solo de mi mismo. Ésto provoco (junto con ese afán de ayudar que tengo) que valorará más el rasguño de un ser querido que mi propia herida mortal. También significó una falsa independencia, esta "fuerza" que me hace ser como soy y me ha hecho ganar puntos en la vida ha significado que en tantas ocasiones no me vea lo suficiente importante como para arriesgar a aburrir a nadie con mis estupideces. Y ahora es cuando alguien me dice "eres tonto" o "subnormal" o algo por el estilo, o simplemente pasan porque no me creen. No lo niego, sé que soy un idiota por ésto y es normal que no me crean. Muchas veces el coste de estar feliz es aislarme, como antaño, para poder evadirme del "problema" y disfrutar de la vida. Y casi siempre eso conlleva a que se cree una concepción de mí, huraña, antipatica y sosa. No lucho contra esto, es parte de como soy y no puedo evitarlo aunque lo intento. Luego me viene ese "joder no se merecen menos atención porque este pasando un mal momento." y al final me ahogo en mí mismo.
¿Que si estoy contento? claro que lo estoy, solamente que no siempre tengo energías para demostrarlo, y porque un golpe no puede tumbar el estar contento, ni un halago aumentarlo.

Riesgos

Cuando callamos estamos digiriendo en cierta manera las palabras que tantas veces quisimos decir, si pudieramos escuchar el silencio, igual que los grandes músicos escuchan las notas que no se tocan en una canción, y lloran con ellas, estaríamos, seguramente, destinados a una vida mucho mas feliz.
Es cierto que sentiriamos el desprecio de mucha gente, personas que al fin y al cabo no deberían influir en nosotros directamente, sin embargo todas esas cosas que se callan en todo instante por miedo a joder un momento, las cosas que se callan por pensar que así todo acabará etc, la mayoría de las veces son las que se quieren escuchar, la reciprocidad del ser humano es mucho mayor que la que se piensa. Por muy valiente, o muy lanzado que sea, siempre habrá un miedo social. Un temor que acorrala una parte del corazón, algo que por desdicha no se podrá decir. No, no es un gran secreto, es una palabra en un segundo en un momento. Ese efimero instante es lo que teme el ser humano, el diminuto engranaje que podría hacer girar la rueda de nuestro destino... Ese inconsciente peso nos hace coser nuestros labios y callar, por el simple hecho de no arriesgar, lo que nuestro corazón o nuestra alma quiere gritar.
Por esto es que existen multitud de arrepentimientos que podrían no haber surgido, el arriesgar conlleva un peligro.
Anclar tu vida a una rutina, conformándose con lo que  la vida le va deparando, sentándose a pensar en lo que hubiera podido hacer, sin haberlo hecho. La rutina ha de venir por una consecución de errores de los cuales podamos arrepentirnos, pero estar tranquilos de que lo hemos hecho. La rutina esta muy desprestigiada porque ha sido guiada por el conformismo. Espero ser feliz en mi rutina, porque arriesgarme me haya hecho llegar a ella.

Quien no se va, no puede volver

Bueno, aquí andamos, hace tiempo decidí dejar un poco apartado el blog, por ahora voy a volver, así  como siempre, con mis desvaríos algún lapsus de literatura y mis mierdas clásicas, me modernizo un poquito y le doy al blog la oportunidad de Twitter, y me plantearé la idea de hacer también un seguimiento por tuenti.  Por ahora, lo de siempre, espero que os gusten, si queréis leer, o conocerme un poco más lo dejo ahí.

Aclaro una vez más que muchos de lo que escriba, puede tener muchísima connotación subjetiva de mi personalidad, mi vida etc. Pero lo importante reside en que es un desahogo para mí, además de que vosotros, ya que lo leéis intentéis sacar algo de provecho para vosotros mismo, y así conocéis mejor a este estúpido cuentacuentos.

Además y como ultima aclaración, he hecho más “público” el blog por una razón, he advertido que mucha gente tiene una concepción errónea sobre mí, con esto tendrán la oportunidad de fijarse sin tener que preguntar, como soy más a fondo, no tengo nada que ocultar y ya que no preguntan, contesto. Un abrazo y os dejo algo para hacer más ameno el leer esta idiotez =):

En la vida, se aprende pronto que bastante de lo que hacemos es efímero. Nuestra vida es un simple trabajo, es ser ese estúpido bufón, viendo que con tus dramas, tus comedias y actuaciones, diviertes al aforo que es el mundo.

Las máscaras que nos ponemos no son más que el maquillaje; maquillaje fabricado con dolor para camuflar la desdicha que puede llegar a tener un alma, y ver como después de la función, nos quitamos la nariz de payaso, nos quitamos el traje y mientras la mezcla que nos permite hacer reír va cayendo, mezclándose con el agua y dirigiéndose al sumidero.

El equiparnos esa máscara es lo que nos hace madurar, ser responsables de nuestras prioridades, y quizás no preocupar a demás personas que seguramente no merezcan que ahoguemos nuestras penas sobre ellos… ¿En serio? Seguramente no, la vida es algo más que eso. El poder despojarnos de ella nos hace ser libres, ser felices incluso atados a un trabajo, a una sociedad o a cualquier mierda efímera que a fin de cuentas nos perseguirá. Por eso es efímero incluso nuestra forma de ser, al final maquillaremos nuestra personalidad, hasta que descubramos que es una tontería y esta máscara lo único que está haciendo es ponerle grilletes a nuestra alma, y hacer de el mejor actor del mundo, que somos nosotros, cada persona, convertirlo en un extra prescindible en la función del destino.

Errores / camino (cosas atrasadas)

Errores (15 nov)

Aunque estoy malucho lo que mas me relaja es escribir y compartirlo para sentirme criticado y bueno otro más porque a pesar de ser tranquilo necesito relajarme =) :
Me encanta tener que tragarme el orgullo, me encanta equivocarme, me hace sentir que aún estoy muy lejos de ser la persona que quiero ser, adoro la sensación de justo antes de decir “lo siento” por un error, por tener que asumir que me he confundido y que quiero pedir consejo para ser un ápice mejor. El ser imperfecto es una virtud, es lo que (al menos yo) necesito cada día, el saber que hoy he hecho algo mal, que mañana debo arreglar mientras piso sobre algodón el presente, disfrutando de su vaivén y de sus tropiezos.
Pensar en que la vida va mal… Bueno deprime. Pensar en que cada pequeño roce puede hacer que una herida cicatrice, con quien ese roce se haya provocado, el curar y olvidar, el decir “te acuerdas de… si como era…” y que el error se haya subsanado entre los jirones del pasado.
No quiero estar pendiente de hacerlo todo bien, quiero hacerlo y si está bien disfrutarlo y si está mal ser otro más del montón de un cúmulo de personas comunes que se equivocan, pero que para mí mismo me siento diferente y sé que para los míos soy diferente porque he conseguido curar las cicatrices, y en mi piel solo se muestra el suave paso del placer.

Camino (14 nov)

Somos esclavos de un destino estúpido. La vida nos va deparando lo que vamos caminando y los que se paran acaban estancados en una perspectiva gris que coloquialmente llamamos tristeza. Los pesimistas quizás lo son por la vida que han llevado, o quizás porque no saben afrontar la vida de otra manera. A mi punto de vista el pesimismo es otra forma de ver la vida, solamente que es difícil de disfrutar. Yo quizá haya tenido o tenga más o menos problemas que otras personas, pero aprendí a disfrutar de la tristeza hasta tal punto que desenmascaré al estúpido sociópata escondido entre los recodos de mi ser, le até al son de una guitarra y conseguí que mi corazón latiera al ritmo de una dulce melodía todo, por aprender a disfrutar de la tristeza y nunca dejar atrás al crío soñador que todos guardamos dentro.

La raza humana

Los humanos somos la única especie sobre la faz de la tierra que puede disfrutar racionalmente de la vida, disfrutarla sabiendo que la disfrutamos... Disfrutamos del viento, de los sueños, de conseguirlos, del sol, de un abrazo, de una risa, de un beso o de un momento de tranquilidad... Disfrutamos nuestra inteligencia...

Podemos navegar sin miedo en un extenso mar de posibilidades, repleto de sonrisas, amor, compañerismo, naturaleza... en definitiva, de vida.

Durante años hemos podido hacerlo... Dicen que la evolución es fructífera... Sin embargo despreciamos el mar y lo llenamos de lágrimas, dolor, codicia, sangre, muerte y desconfianza. Hundimos nuestros sueños en un océano atragantado de un egoísmo y una inteligencia corrupta.

Las estrellas miran desde el cielo como la humanidad de hunde, y nos convertimos en aquellos monstruos que los propios humanos han trazado, el universo es el cielo, nosotros lo hemos recubierto con el humo de la prosperidad y ahora no somos más que aquellos trols, goblins, trasgos y demás bestias que aquellas fantasías narran.

Las flores antes bailaban dejando posar en nuestra alma los aromas más naturales que podrían imaginarse ensalzando nuestro espíritu, un simple regalo nacido del altruismo de la naturaleza. ¿Cómo hemos respondido nosotros? Con una naturaleza aparentemente impropia de nosotros, hemos arrancado ese regalo, lo hemos maltratado, y hemos extendido su plaga alrededor, nos hemos comportado como una bacteria atacando a su presa por supervivencia… Lo peor es que nosotros lo hacemos solamente por capricho…

Y mientras reducimos a cenizas el edén que se nos ha otorgado y en el que se nos deja vivir, el mundo llora por nosotros, por nuestra ignorancia y la estúpida y nula rivalidad que el humano cree tener contra  el mundo.

Los dioses están alegres de que no creamos en ellos, la máxima representación de la naturaleza está feliz de que no sepamos su existencia, el que una especie tan sumamente destructiva y ciega recuerde a la representación de la belleza, es algo que aterra hasta a las almas más ricas en paciencia y humildad.

Destruimos por placer y creamos por obligación, gritamos por enfado o desesperación, pero no lo hacemos por enseñarle al mundo un sentimiento. Y así vivimos, obviando la confianza y el desinterés por nosotros mismos, ocultando entre el ruido de la hipocresía y el egoísmo la melodía de los sentimientos. Somos un depredador más atacamos a lo que puede hacernos bien, para torturarlo y que nos lo de, sin pensar que quizás con sentarse y comprender podamos conseguir muchísimo más…

La paciencia se perdió entre el humo de la codicia, y el amor se quedó entra los oxidados hierros del dolor y la agonía de la esperanza perdida…

No existe apocalipsis, lleva siglos atacando, destrozando la integridad y envolviendo en las llamas del odio y el rencor al mundo que una vez le regalo el paraíso… Los humanos somos la llama que incendió el edén en el que vivíamos.