Luna

Acabo de terminar de hacer la maleta para irme durante unas semanas (lo que significa que poquitas entradas veréis en un tiempo) y me he acordado de una frase de mi grupo favorito "Hinder"que traducida dice "me voy esta noche, por la misma carretera sucia de siempre, un millón de veces la he recorrido para llegar a casa y nunca he mirado atrás" pero no puedo decir lo mismo. Quedo, cada vez que me voy, mucho en mi ciudad, no es que deteste a donde voy, ni mucho menos, pero siempre quedo algo por decir, que no podré decir a la cara porque no hay un mañana en el que decir "¿Puedes quedar? quiero decirte algo" y eso me mata, ya que esta vez es algo importante.
Me hace recordar a otros tiempos, pero esta vez es mucho más relajado, no tengo más presiones internas, solo un impulso en mi pecho que me hacer pensar en que he sido un completo idiota. Tengo muchos porqués de por qué lo hice, pero sabiendo que es lo que he perdido, no es suficiente ninguna excusa...
Ahora lo pienso, fuera de todo lo que me hizo dudar, y me siento muy idiota. Quiero ser egoísta y pedir otra oportunidad pero me siento débil y el apoyo que necesito es la causa de mi debilidad, incrustando a mi ser en un extraño bucle, que no quiere tener un final...
Quiero estar en mi casa una vez más, pero no es a donde voy esta noche, ni en donde estoy ahora. Mi hogar lo perdí un 15 de Abril, intenté volver a llamar alguna vez, e incluso me ofrecieron entrar... Pero fui demasiado tonto... Ahora, este día aún más quiero creer que algo ha cambiado, porque hemos cambiado. Pero hay cosas que no cambian y yo sigo sintiendo lo mismo que aquella última vez y sigo queriendo igual.
Debo ser muy idiota

"-Mira la luna, ya sabes que siempre me ha encantado y hoy es que está preciosa eh, que casualidad que esté llena
+Si, la verdad que es muy bonita
-¿Hay cosas más bonitas que esta luna eh?
+¿Cómo qué? Sorpréndeme
-Tú"

Esquemas rotos

Acostumbrado a vivir casi sin arrepentimientos, a estar seguro de lo que hago y a vivir porque vivo, en un presente que a veces me da la sensación que solo yo puedo ver. Ultimamente quiero volver atrás, volviendo a caer en lo que durante años he forjado por mantener alejado de mí.

Hoy, ahora, sinceramente quiero volver atrás y arreglar algunas de las cosas del pasado, cosas de las que me arrepiento y me gustaría solucionar, es algo sumamente irracional pero yo en sí lo soy, y veo así la vida.

La vida es un impulso, un impulso la mayoría de las veces es irracional, la vida lo es.

mi peor enemigo no es mi cabezonería, no es el hablar cuando no tengo que hacerlo, ni el callar cuando no debo. Tampoco es el dejar el impulso en mi pecho porque quizás así es mejor... Mi peor enemigo soy yo, esa masa que deambula por mi exterior, mostrando mil y una veces cosas que no quiero, haciéndome dudar, siguiendo los pasos por el camino contrario, convenciéndome de que es lo mejor... Es la doble cara de la moneda, pero no puedo engañarme, soy yo, pude haberlo evitado, ahora ser feliz, seguir algún paso diferente, algún cambio de sentido eficaz... Pero no fue así y ahora me arrepiento.

Ahora veo más claro que las oportunidades están ahí para cogerlas, y siento que he perdido muchas en la vida, y valoro muchas otras cosas ahora que sé que he perdido, como un subnormal, la oportunidad de volver a disfrutarlas.

Esta entrada es algo muy estúpido y clásico de adolescente "me arrepiento y quiero arreglarlo, ay, ojalá pudiera volver atrás...." pero una vez más después de tiempo sin pensarlo, me vuelve a pasar, me siento normal... Tristemente normal.

"Y como siempre lo que más odio de todo... Que me rompan los esquemas, esas directrices mentales que tenemos para ser nosotros mismos, para que todo sea como debe ser, o como creemos que debe ser, detesto que me rompan o desvíen esos esquemas... Pero no sé qué tienes que cuando lo haces me siento mejor..."

Ideario

Hoy, algo que no es mío pero es un poema que me encanta =). Os dejo con él:

Me da vértigo el punto muerto
y la marcha atrás,
vivir en los atascos,
los frenos automáticos y el olor a gasoil.
Me angustia el cruce de miradas
la doble dirección de las palabras
y el obsceno guiñar de los semáforos.

Me da pena la vida, los cambios de sentido,
las señales de stop y los pasos perdidos.
Me agobian las medianas,
las frases que están hechas,
los que nunca saludan y los malos profetas.

Me fatigan los dioses bajados del Olimpo
a conquistar la Tierra
y los necios de espíritu.

Me entristecen quienes me venden kleanex
en los pasos de cebra,
los que enferman de cáncer
y los que sólo son simples marionetas.

Me aplasta la hermosura
de los cuerpos perfectos,
las sirenas que ululan en las noches de fiesta,
los códigos de barras,
el baile de etiquetas.

Me arruinan las prisas y las faltas de estilo,
el paso obligatorio, las tardes de domingo
y hasta la línea recta.

Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran
a sus ideales sobre los de cualquiera.

Me cansa tanto tráfico
y tanto sinsentido,
parado frente al mar mientras que el mundo gira

Francisco M. Ortega Palomares "Ideario"

Amagos

Ante todo, feliz año y empecemos con la primera entrada del año.

Tantas veces lo que queremos hacer se queda en amagos, las conclusiones finales de esto o aquello nos aterran. Las palabras pueden doler más que muchas dagas que nos claven y tememos de tal manera siquiera pensar en ellas que nos ahogamos en nosotros mismos, y nos hunde el "que pudo ser".
Pensamos que tenemos tiempo para decirlo "si total, voy a poder contárselo en cualquier momento" Parece que el fin no se acerca nunca, caminamos hacia ninguna parte creyendo que nunca encontraremos el horizonte; hasta que en un momento lo vemos, nos asustamos, nos marchitamos entre retales de palabras, intentando recuperar con prisa lo que queremos decir y pensamos en esas tristes conversaciones de cama con nuestra imaginación hasta que acabamos rindiendonos y, extrañamente, lo vemos todo más claro. Empezamos a ver que el "será" es un solo camino y el "pudo ser" es ya un recuerdo del pasado.
Empieza nuestra odisea de "¡¿por qué no lo dije?! ... ¿Por qué no lo hice..." Nos hacemos presos de nuestro propio infierno, sucumbimos a una extraña sensación de malestar, que nos despedaza en tristes migajas el alma... ¿Cuánto tardaremos en recomponernos? quién sabe...
Cuando nuestro mundo se cae por un miedo irracional al no querer decir algo, es el momento que, por un pequeño insante, nos damos cuenta lo que una palabra sincera puede significar.
Dejar salir todo aquello que sentimos es una prueba de fuerza, la fuerza que tengamos nosotros mismos. Lo más dificil es saber por la parte de tí de la cual guiarte, y tener esa guerra interna contra los miedos que te impiden gritar en un susurro lo que quieres expresar.
Dejar salir las inseguridades es solamente cuestión de encontrar las palabras adecuadas... Será muy triste en muchas ocasiones la respuesta. Pero pregúntate qué quieres, una vida de rutina pensando en el "pudo ser" o una vida de altibajos buscando el "quiero"