Hoy, ahora, sinceramente quiero volver atrás y arreglar algunas de las cosas del pasado, cosas de las que me arrepiento y me gustaría solucionar, es algo sumamente irracional pero yo en sí lo soy, y veo así la vida.
La vida es un impulso, un impulso la mayoría de las veces es irracional, la vida lo es.
mi peor enemigo no es mi cabezonería, no es el hablar cuando no tengo que hacerlo, ni el callar cuando no debo. Tampoco es el dejar el impulso en mi pecho porque quizás así es mejor... Mi peor enemigo soy yo, esa masa que deambula por mi exterior, mostrando mil y una veces cosas que no quiero, haciéndome dudar, siguiendo los pasos por el camino contrario, convenciéndome de que es lo mejor... Es la doble cara de la moneda, pero no puedo engañarme, soy yo, pude haberlo evitado, ahora ser feliz, seguir algún paso diferente, algún cambio de sentido eficaz... Pero no fue así y ahora me arrepiento.
Ahora veo más claro que las oportunidades están ahí para cogerlas, y siento que he perdido muchas en la vida, y valoro muchas otras cosas ahora que sé que he perdido, como un subnormal, la oportunidad de volver a disfrutarlas.
Esta entrada es algo muy estúpido y clásico de adolescente "me arrepiento y quiero arreglarlo, ay, ojalá pudiera volver atrás...." pero una vez más después de tiempo sin pensarlo, me vuelve a pasar, me siento normal... Tristemente normal.
"Y como siempre lo que más odio de todo... Que me rompan los esquemas, esas directrices mentales que tenemos para ser nosotros mismos, para que todo sea como debe ser, o como creemos que debe ser, detesto que me rompan o desvíen esos esquemas... Pero no sé qué tienes que cuando lo haces me siento mejor..."
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