Y resbala el manto después del frio en mis venas
Sin sueños pasaron los cuatro días de odisea
Vuelta con Caronte a aquel viaje sin ida ni ideas
Asumo mi peaje y escribo con plata mi pena
Anhelo una estrella y un descanso a mi sombra
Y mis labios no dejan paso a más esperanza
El tambor en mi pecho no deja más amenaza
Y este alma no clama guardar mas que penumbra
Me asolan fantasmas en el reflejo del cristal
Y me nubla la faz la oscura y densa niebla
Me arrastra Hades al olvido de las tinieblas
Y divago sobre astros que no diviso sin mal
Oh, Moiras sin piedad ya olvide vuestra ambición
Y ya abandone toda suerte por la rabia
Mi devenir importa poco sin el ansia
Y el prescindible que encierro luchara sin temor
Rajar la bolsa que sostiene Caronte
Volver a los cielos y otorgárselo a los astros
Soñar un instante con ellos, olvidar los rastros
Morir para ver desde el inframundo mi importe
Volver por aquellos turbios mares y montes
Volar por una última vez aquellos cielos
Acercarme a aquella tierra de siniestro hielo
Y poder descansar en algún lecho sin suerte
Y rajar la bolsa que sostiene Caronte
Y volver sin siquiera una moneda para mi
Anhelar un sueño cada siglo y con fortuna...
Soñar que quizá algún día Eros me guía y me acuna
Recuerdo de aquella banda que abraza mi horizonte
Y caminar entre jardines de noches sin fin.
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